LA DECISIÓN Y EL CAMBIO

Para tomar una decisión de cambio hay que ser desde mi perspectiva prudente y reservado.  Ser prudente te dá serenidad para obtener claridad y ser reservado te protege, te ayuda a tomar tu propio tiempo, a elegir tus propias formas antes de compartir con otros tus decisiones.  Talvez no es momento de actuar, sin que antes hagas un análisis completo de la situación y para eso hace falta mucha honestidad contigo mismo.  Reconocerte y verte hará más fuerte tu decisión.  Si aún falta algo por resolver antes de dar el siguiente paso, detente, evalúa y resuélvelo.  Que tu corazón y tu mente conjuguen, que el cambio te motive, que el riesgo te desafié, que la decisión te unifique.  Cuando tomamos decisiones y buscamos un cambio es porque por mucho tiempo nos hemos sentido divididos internamente y nos sentimos ya cansados, aburridos, rutinarios.  La frustración o desesperación por no encontrar todas las respuestas en este momento de lo que realmente deseas cambiar o hacer diferente a futuro no te van a ayudar a mirar la situación desde otro punto de vista.

Mantente enfocado y conectado con lo que anhelas.  Si las cosas se detienen es por algo, no entres a violentar el avance si el avanzar no fluye por si mismo con todo lo que ya está hecho para que asi sea por algo es. Ocasiones y oportunidades están en movimiento. Estate alerta, despierto, conectado. Repite afirmaciones que sumen al proceso como:  "Estoy dispuesto a recibir lo que la vida me quiera dar", o "Tengo el poder de hacer el cambio que necesito" o "Esta decisión me conectará con la vida". Cada decisión y cada cambio es siempre un desafío.  Sugiero que antes de continuar, hasta el siguiente nivel revises que no has resuelto aún ya que más adelante puedes volver a encontrarlo y allí si podría producirse un estacanamiento innecesario. Pensar con calma te ayudará a tomar decisiones acertadas y más sabias.

Susana La Puente

Terapeuta & CoachPNL