Hazle sentir a tu hijo que puede contar con sus padres en todo momento, no importa que estés molesto, cansado, ocupado, no importa la hora ni las circunstancia.  Las cosas han cambiado mucho en estos últimos meses y la nueva realidad es que muchas familias trabajan virtualmente desde y en casa durante todo el día, lo que hace que al llegar la noche la rutina los invada con tareas, hora de comer, el baño y la hora de ir a dormir.

Nos agobiamos de muchos quehaceres dejando “cero minutos” para compartir con nuestros hijos al final del día, sin dejar de pensar en todo lo que aún nos falta por hacer.  Nuestros hijos están sedientos de compartir, de abrazarnos, de tu paciencia y de tu tiempo.  Prioriza momentos especiales y productivos con ellos, como por ejemplo llevarlos a la cama y tomarte 15 minutos para mimarlo, conversar, expresar sentimientos, y pensamientos positivos que refuercen su relación padre/hijo. 

Cuando pase el tiempo, en un futuro no muy lejano el ya no necesitará de ti, y será muy tarde para recuperar una relación que jamás se cultivó.