Abraza a tu hijo cuando quiera pedirte Perdón

El abrazar fuerte a tu hijo cuando se muestra arrepentido por haber hecho algo que no debió o por no haber hecho lo que debió hacer, es una de las formas más efectivas que existen para controlar la emoción que lo embarga en ese momento y que no le degenere en culpa.  Muchas veces como padres cometemos el error de alargar el castigo y postergarle el perdón a nuestro hijo porque creemos que de esa manera sí se dará cuenta realmente del error que ha cometido y no lo volverá a hacer.  Sin embargo, la culpabilidad desproporcionada es un sentimiento que lleva al niño con facilidad a la tristeza, vergüenza, autocompasión, la mala conciencia, los remordimientos provocando una mezcla de emociones y sentimientos en su interior que se retroalimentan entre sí dificultándole la superación positiva de su actitud y afectando su autoestima. 

Cuando tu hijo te busque y quiera pedirte perdón, ábrele los brazos en ese momento, no lo estás malcriando, lo estarás calmando primero porque se sentirá amado por tí a pesar de su error, y segundo se sentirá más tranquilo para escucharte, entenderte y razonar mejor.