No hay familia perfecta pero cada familia es única y maravillosa.

Demostremos cuanto amor nos tenemos y deleitemos a nuestros hijos de nuestra presencia y expresiones de amor sin importar la situación en que nos encontremos.  El momento de confinamiento que estamos viviendo no es fácil  y depende mucho del cómo nos vean nuestros hijos enfrentar las dificultades para darles un testimonio de armonía, equilibrio y resiliencia.

Empezemos a practicar la gratitud en familia diariamente y resaltemos el valor de estar sanos, vivos y juntos.

Si queremos hijos agradecidos, es necesario ser padres agradecidos.

Susana La Puente
Terapeuta Familiar & Coach PNL