Las rabietas de un niño son pasajeras y aunque hay que tratarlas con indulgencia, no deben generar el resultado esperado por el niño, porque esto le confirmará que así, a través de ese comportamiento, puede obtener lo que quiera de sus padres o de las personas a su alrededor.

Cuando tu hijo llore, grite o se tire al suelo porque quiere obtener lo que quiere, el mejor método es mirarlo a los ojos con firmeza y decirle con calma que hablarás con él e intentarás ayudarle, sólo después que se haya calmado.  el niño debe tener claro que a través de su ira no podrá obtener nada de ti.

¿Cuáles son los principios de acción para contrarrestar la manifestación de la ira y estas rabietas en la vida de tu hijo por no obtener lo que quiere?

Tú conducta es lo primero que debes cuidar.  Tu modelo de comportamiento representa un punto de referencia en la vida de hijo. Práctica la coherencia y sé un padre coherente entre lo que dices y haces para desarrollar  confianza en si mismo.

Tú actitud ante los demás.  Enséñale a tu hijo a que trate a la gente con respeto y con tolerancia para que comprenda que la gente es diferente y que cada uno actúa de manera distinta. "Respeta para que te respeten".

La imagen de uno mismo.  Ayuda a tu hijo a que tome conciencia de sí mismo y que lo convierta en un valor.  A través de tu amor y tus palabras desarrolla su autoestima y haz que crezca seguro de quien es, y que no viva buscando el reconocimiento del otro, viéndose permanentemente expuesto, criticado o desarmado ante las opiniones de los demás.

Susana La Puente
Terapeuta Familiar & CoachPNL