Es cierto que cuando te atreves a mostrarte vulnerable ante el otro, cuando le muestras tus heridas, tus alas rotas y tus cicatrices que tanto dolieron, y te costaron sanar, es cuando más te expones no solo a que te juzgue, sino a que vuelvas a ser herido de nuevo, a que te fallen, y a que te lastimen otra vez. 

Sin embargo, es que sólo atreviéndote a mostrarte de verdad, podrás encontrar y lograr conectar con el amor más sincero, real, sentido y profundo.  Vivir la magia del amor es correr un riesgo, en todas sus formas, pero es un deseo que siempre debería ser más fuerte que cualquier miedo que nazca de nuestro interior.

Para poder crecer y aprender de nuestros errores, debemos ser capaces de aceptar que nos hemos equivocado, sabiendo que somos humanos y que es justamente cada error lo nos da la oportunidad de crecer y hacernos más sabios y fuertes.  Equivocarnos está bien, es parte del juego de la vida, y no pasa nada.  Tenemos derecho a seguir jugando y debemos hacerlo porque así es como se nos abrirán nuevas opciones y podremos perseguir nuevos sueños que nos ilusionen, pues seremos más maduros y tendremos mayor experiencia.


De las experiencias se aprende y si decidimos caminar con mayor conciencia de lo que deseamos, con más sabiduría y con el corazón abierto te darás cuenta que se acercarán a tu vida personas que te aportarán más luz, más paz...más amor y más ganas de vivir.

Susana La Puente

Terapeuta & Coach PNL