No importa lo dificil que fue tu infancia, siempre hay la oportunidad de sanar a tu niño (a) interior.
Sabré que tengo un niño interior herido si:
-No controlo mi manera de reaccionar, puedo incluso reaccionar con violencia o soy demasiado suceptible y todo me afecta.
-Tengo miedo a la soledad.
-Hay codependencia o apego afectivo insano en mis relaciones.
-Repito una y otra vez ciertos eventos negativos en mi vida (relaciones tóxicas, pérdidas de empleos, etc.)
-Me cuesta trabajo tener metas claras o un proyecto de vida estable.
-Constantemente me autosaboteó en diversas áreas de mi vida.
-Siento que soy víctima de personas, circunstancias y no tengo control de mi vida.
-Me cuesta conectarme con la abundancia.
-Juzgo y critico mucho.
Estos son algunos síntomas que nuestro niño interior nos manda para hacernos saber que espera ser rescatado por nosotros.
Hay muchas formas de hacerlo, meditaciones, terapias, cursos, libros y demás, lo importante es comenzar a hacerlo y una vez rescatado, no dejar de hacer de sus cuidados un estilo de vida.
No comments:
Post a Comment